jueves, 28 de septiembre de 2017

Tomás Sánchez de Barrera, Explorador NeoLeonés, Fundador de Laredo.

Monumento marcando el sitio de la fundación de Laredo por Tomás Sánchez, erigido por la Comisión del Centenario de Texas, el 16 de Octubre de 1938.

Tomás Sánchez de Barrera y de la Garza, fue un capitán novohispano que fundó Laredo, Texas, y Nuevo Laredo, Tamaulipas, habiendo sido ambas ciudades una sola originalmente como parte de la provincia de Nuevo Santander en el virreinato de Nueva España.


Nació en el Valle de Carrizal, Ciénaga de Flores, Nuevo Reino de León, en el año de 1709, en una poderosa familia del norte de la Nueva España. Su padre fue Tomás Sánchez de la Barrera y de la Barrera, proveniente de una antigua familia de militares que había amasado su fortuna al servicio a la Corona Española. Las raíces familiares de su padre se remontan a las viejas familias hidalgos de Andalucía, España. 

De joven, Tomás Sánchez de Barrera, sirvió en el ejército novohispano y más adelante funcionó un rancho en Coahuila.

En 1747, se organizó una gran expedición para explorar y colonizar Nuevo Santander, la provincia que incluía la mayor parte de la parte noreste de México y partes de lo que ahora es Texas.

En 1749, los primeros asentamientos se establecieron en el Río
Grande.

En 1754, Sánchez solicitó a José de Escandón encargado de las expediciones, permiso para fundar una ciudad en la orilla norte del río.

El permiso para fundar la villa le fue concedido el 15 de mayo de 1755 como "Villa de
San Agustín de Laredo". Fue uno de los más decididos y exitosos de los movimientos de expansión. Llevó consigo a tan sólo tres familias españolas para la fundación de la nueva Villa. José Martínez de Sotomayer fue elegido alcalde; pero debido a su falta de coraje para defenderse de los nativos y su intento de remover a los colonos al sur del Río Grande, fue destituido y sustituido por Sánchez.

Con Sánchez, España estaba empezando a sentir que sus fronteras septentrionales estaban bien protegidas contra cualquier invasión de las fuerzas de Inglesas y Francesas que aún se amontonaban a lo largo de la costas norestenses.

En 1770, el Gobernador de la Provincia ordenó al fundador de la ciudad, Sánchez, de cincuenta y nueve años, asumiera las riendas del gobierno nuevamente, debido a las incursiones indias en aumento.

El hábil soldado hizo retroceder a los indios, aseguró los límites de su asentamiento y sirvió durante veintidós años como alcalde hasta que renunció en 1792.

Falleció el 21 de enero de 1796, en Laredo.


Laredo, Texas.

El 16 de octubre de 1938, la Comisión del Centenario de Texas erigió un monumento que marcaba el sitio de la fundación de Laredo por Tomás Sánchez. El marcador en frente de la Catedral de San Agustín dice: "Sitio original de Villa de San Agustín de Laredo fundado por Tomás Sánchez el 15 de mayo de 1755 por orden de José de Escandón colonizador de Nuevo Santander."


Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Monumento
en Nuevo Laredo, Tamaulipas, construido en el año de 1958, titulado: "A Los Fundadores de Nuevo Laredo".

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martes, 26 de septiembre de 2017

Valentín Canalizo único NeoLeonés en ocupar la silla presidencial.


Solo como dato curioso!


¿Sabías que…hasta hoy, Valentín Canalizo es el único regiomontano en ocupar la silla presidencial? El general y político, quien fue presidente en dos ocasiones de la República Mexicana.

Valentín Canalizo nació en la ciudad de Monterrey, Nuevo Reino de León, el 19 de agosto de 1794.

Desde muy joven se alistó en las tropas realistas, a los dieciséis años, en agosto de 1811 fue aceptado como cadete en el ejército realista. Ya alistado como teniente coronel, se adhirió al Plan de Iguala promovido por Agustín de Iturbide en 1821. En la Batalla de El Álamo en Texas en 1836, fue comandante de la División del Norte en Tamaulipas.

En el México independiente un nuevo ejército fue creado. Canalizo se integró al ejército nacional con el puesto de coronel. En el Archivo de Cancelados de la Secretaría de la Defensa Nacional se encuentra su expediente, formado por casi tres tomos, en el cual es descrito de la siguiente manera, en una media filiación suya de ésa época, se le describió como de: "Calidad noble, pelo y cejas güeras, ojos azules, color blanco y nariz regular".

Rebelde y General.

Aunque la mayoría de los que habían formado el Ejército Trigarante estaban a favor de la emancipación, no todos tenía las mismas ideas políticas. La búsqueda de una nueva forma de gobierno llevaría a la formación de partidos y a la distensión entre los mexicanos. El descontento no se hizo esperar, sobre todo entre los antiguos insurgentes. En menos de dos años Canalizo se convertiría también en un insurrecto.
En 1833 se rebeló en contra de las reformas liberales que Valentín Gómez Farías proponía para acabar con los privilegios de la Iglesia y los militares. Bajo la consigna Religión y fueros, se proclamó en Ocotlán, Oaxaca, para defender la religión santa y sostener los fueros del ejército.


Aunque los principales líderes de este movimiento fueron pronto derrotados, Canalizo prosiguió la lucha durante varios meses más, hasta que finalmente la actitud conciliadora del presidente Gómez Farías lo convenció de deponer las armas. El hecho de no haber sido vencido le ganó reputación y en 1835 le fue otorgado el grado de general de brigada. Durante los siguientes años obtendría una serie de puestos importantes, como comandante militar del departamento de Oaxaca, prefecto de Cuernavaca, teniendo gobernador del Estado de México y gobernador de esa entidad.

Su carrera militar y política estuvo ligada a la del general Antonio López de Santa Anna, quien lo promovió a la presidencia en dos ocasiones distintas (1843 y 1844).

Formo un estrecho vínculo de lealtad y de amistad con Santa Anna, llegaría incluso a ser su padrino de boda en el segundo matrimonio del general veracruzano. Canalizo formó parte de una cúpula de militares, una élite de gobernantes, todos ellos surgidos de las filas del ejército que tras el desplome del federalismo como sistema político en México. Llamado por algunos historiadores como el Decenio Centralista, fue un período convulsivo caracterizado por el estancamiento económico y las luchas civiles. Diez hombres ocuparon la silla presidencial sucesivamente durante ese tiempo; pero cada uno fue expulsado del cargo a consecuencia de rebeliones armadas, golpes de Estado.

Primer mandato de 
Valentín Canalizo como Presidente fue del 4 de Octubre de 1843 a 4 de Junio de 1844. Segundo mandato como Presidente fue del 21 de Septiembre de 1844 a 6 Diciembre de 1844.

Con la caída de Santa Anna, la muchedumbre arremetió contra todo lo que representaba Santa Anna y su gobierno.

Como presidente interino, Canalizo trató de establecer el orden, pero el ejército se negó a obedecer. Encerrado en Palacio Nacional, en un arrebato de cólera comenzó a tomar disposiciones para hacer explotar un polvorin que había en el recinto. Dió orden para que fuera volado el Palacio Nacional, lo que estuvo a punto de cumplirse, escribió el historiador Alfonso del Toro, pero comprendiendo lo vano de su acción, pronto desistió.

A las tres de la mañana del día 7 después de que su seguridad personal y la de sus ministros fueron garantizadas por el general José Joaquín de Herrera, quién encabezaba la rebelión, Canalizo se rindió sin disparar un solo tiro. Esta revuelta sería recordada en la historia como la revolución de tres horas.

Hecho prisionero, fue sometido a juicio y condenado al destierro. Embarcó a Cádiz, España, cuando la presidencia del gobierno la retomó José Joaquín de Herrera, en donde permaneció durante casi dos años. Enterado en Europa de que México se encontraba en guerra con Estados Unidos, decidió regresar para ofrecer sus servicios a la nación.

En una carta escrita el 4 de junio de 1846 desde Madrid expresó al Congreso mexicano sus deseos de hacer frente a las tropelías e infamias de nuestros audaces vecinos, comprometiéndose a que después de concluida la defensa del territorio, saldría para cumplir con el destierro.
Fue así que el 14 de noviembre de 1846 llegó a Veracruz a bordo del vapor inglés Clayde, cuya insignia le sirvió para poder cruzar el bloqueo que la marina estadounidense mantenía sobre el puerto de Veracruz. Los vientos políticos habían cambiado y Santa Anna se encontraba de nuevo en el poder, favorecido otra vez por la opinión pública y dirigiendo al ejército contra los invasores. Canalizo fue nombrado ministro de Guerra y Marina cargo que ocupó brevemente, del 24 de diciembre de 1846 al 23 de febrero de 1847.


Como Secretario de Guerra Comando el Ejército del Norte para la campaña en Texas en la guerra contra los Estados Unidos (1846-1848). Luchó en numerosas batallas famosas de las Guerras de la historia de México. Canalizo abandonó la guerra, y se negó a volver a la batalla debido a la guerra severa desacuerdos estrategia con Santa Anna, y por lo tanto no tomó parte en la defensa de la Ciudad de México.

Recién retirado de la vida pública, murió joven en la ciudad de México, el 20 de febrero de 1850, a los 56 años.


Tercera Bandera Nacional. Utilizada por los conservadores tras la instauración de la República Central Mexicana de 1835 a 1846.


Como otro dato curioso; Valentín Canalizo tuvo varios descendientes destacados en eventos importantes en la historia de México. De 1926 a 1929 en la Guerra Cristera o Cristiada, estuvo prohibido ofrecer misa en las iglesias, y los católicos fueron perseguidos por el ejército del Presidente Plutarco Elías Calles. Doña Josefa Canalizo de Haas fingió estar enferma durante los tres años de la guerra, para poder ofrecer misa en el piso superior de la Casa Haas a sus familiares, vecinos y amigos, quienes fingían visitarla en calidad de enferma. Doña Josefa fundó la iglesia de El Roble, Sinaloa, pueblo en México fundado por su marido Don Guillermo Haas.



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lunes, 25 de septiembre de 2017

Juan Francisco de Farías, Rebelde y Patriota Regional, secretario de la República del Río Grande y promotor de los Estados Confederados.

Juan Francisco de Farías

Juan Francisco de Farías, 
Nació el 9 de enero de 1807 en San Pedro de las Colonias, Coahuila. Fue un importante hacendado y político, opositor a la república centralista de México, secretario de la República del Río Grande y promotor de los Estados Confederados.

Fue hijo del alférez real don José Andrés de Farías y Rodríguez de Arrendondo-Agüero, alcalde mayor de Laredo y teniente oficial de la Tercera Tropa de Caballería del Nuevo Santander. El teniente de caballería don José Andrés de Farías, padre de Juan Francisco, fue un militar realista, miembro de una de las familias más poderosas del norte de la Nueva España, quien en su férrea oposición a la Independencia de México fue el responsable directo de la captura del insurgente Miguel Hidalgo y Costilla. Don Juan Francisco, descendía también del capitán dom João de Faria, noble portugués al servicio de la Corona Española, alcalde mayor de Monterrey y Almadén, alcalde ordinario de Saltillo.

Una vez proclamada la independencia de México, el país se vio envuelto en sangrientas guerras entre los diferentes grupos de poder y sus intereses. El derrocamiento del emperador Agustín de Iturbide y la posterior Constitución de 1824 generó una enorme incertidumbre entre las antiguas familias terratenientes y las autoridades eclesiásticas, quienes perdían influencia en favor de los masones.

En 1839, un grupo de militares y terratenientes norteños tomaron las armas liderados por el general don Antonio Canales. El 7 de enero de 1840, los opositores se reunieron en el Rancho de Oreveña, en las cercanías de Laredo, y proclamaron su independencia de México con el nombre de República del Río Grande, la cual componía los actuales estados de Coahuila, Tamaulipas, Nuevo León y parte de Texas, Juan Francisco de Farías participó en el gobierno como secretario de Estado provisional para la efímera República.


Obra realizada por miembros de Orgullo NeoLeonés, 2015.

Tras numerosas batallas con los texanos y el gobierno de México, el 6 de enero de 1840 fue firmado un tratado de reconciliación entre el general Antonio Canales y el general Mariano Arista, devolviendo los territorios rebelados a la República Mexicana.


Una vez habiendo fracasada la independencia del Río Grande, Farías se retiró a sus posesiones familiares en San Pedro de las Colonias, donde se dedicó a la administración de sus tierras y las de la familia.


En 1846, las tensiones entre México y Estados Unidos se encrudecieron con la Intervención Estadounidense en México, resultando en la pérdida del 55% del territorio nacional, y con ello, el resto de las tierras que los Farías poseían al norte del río Nueces. Por ello, en 1851 un grupo de militares que anteriormente habían formado parte de la República del Río Grande se alzó nuevamente en armas para intentar un nuevo proyecto soberanista con el nombre de República de la Sierra Madre, la cual fue rechazada por el propio general Canales, quien había sido uno de los precursores del primer proyecto independentista.

Farías y su familia abandonó México y volvió a la ciudad de Laredo, ya entonces en poder de Estados Unidos, consiguiendo un pasaporte de dicho Estado para evitar ser expulsados como lo habían sido en 1836.

Al estallar la Guerra de Secesión en 1860, Farías no pudo ver más que un paralelo con lo que sucedía en México con la Guerra de Reforma. Al poco tiempo de empezar la guerra, al igual que Santiago Vidaurri gobernador de Nuevo León, Farías tomó partido a favor del bando Confederado, convirtiéndose en uno de sus más entusiasmados promotores. En 1861, el gobierno de los Estados Confederados pidió a Farías que aceptara el cargo de alcalde de Laredo, mismo que había ostentando su padre, su bisabuelo y dos miembros de la familia de su esposa.


Don Juan Francisco de Farías murió en Laredo en el año de 1870.


(fuente: "Juan Francisco de Farías, Rebel and Patriot" por George Farias, Borderlands Press; San Antonio, TX 2010.)

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viernes, 23 de junio de 2017

Problemas en la Frontera, 1855.


Un incidente que pone en la mira internacional a Vidaurri y que por poco empieza una guerra con los Estados Unidos.

El 7 de octubre de 1855, un grupo de vandalos tejanos, invaden la frontera de Coahuila, en las cercanías de Piedras Negras. Saquean e incendian viviendas y negocios. La fechoría alarmó a Vidaurri, quien ordenó la concentración de sus fuerzas en Monterrey y mandó cuatro compañías con
 cinco piezas de artillería a proteger la frontera de Coahuila; la alarma creció cuando se supo que en San Antonio, Texas, se preparaba una expedición invasora.

Vidaurri, acusaba al gobierno americano de solapar aquellas tropelías y anunciaba que ya reclutaba más gente para salir en defensa de su territorio.

La denuncia caló tanto, que el cónsul americano en Monterrey y el propio embajador desde México, le dieron explicaciones, condenando el incidente; hasta el secretario de Estado, desde Washington, se dirigía a Vidaurri para decirle que las incursiones indígenas sobre Texas no justificaban la violación del suelo mexicano y la destrucción de propiedades.

Todo esto le sirvió a Vidaurri para así proteger sus propios fines y justificaría sus futuras maniobras, ganando de paso la consideración del gobierno americano que observaba cómo el caudillo norteño perseguía enconadamente a los vandalos e indígenas por igual; ahora Vidaurri por otra parte, da fe de su patriotismo al gobierno del país.




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